LOS PRINCIPIOS DEL DIAS

CONSTRUYENDO COMUNIDADES DE APRENDIZAJE AGROECOLÓGICO

El DIAS es un ejercicio creativo de construcción de comunidades de aprendizaje basadas en el diálogo de saberes entre sujetos de variadas y contrastantes experiencias en búsqueda de fortalecer sus conocimientos generales sobre la agroecología; no se requiere un título universitario para ser diplomante y son bienvenidas personas que no han cursado programas de educación formal. De esta manera, una agricultora, un ganadero, una ama de casa, un profesionista, estudiantes de grado y de posgrado, técnicos, funcionarios, líderes de comunidades indígenas o campesinas, académicos y profesoras, han formado parte de estas comunidades de aprendizaje.

Este camino se basa en otro principio del DIAS que consiste en resquebrajar los muros de la universidad y hacerlos porosos para que la amplia experiencia de launiversidad de la vida fluya de ida y vuelta en esas hasta ahora nuestras infranqueablesislas de la Verdad. Todas y todos aquí, son considerados en igualdad de circunstancias, respetando la diferencia y aprendiendo de ella.

Los costos de inscripción son adecuados según las condiciones socioeconómicas de las y los diplomantes; hasta la fecha, cerca de una mitad de las personas que han cursado este diploma, han gozado de una beca completa o media beca. Esto se asigna a partir del análisis del perfil del o de la proponente. Los costos se han ido reduciendo de manera importante a lo largo de los últimos 8 años; el tránsito a la virtualidad forzada por la pandemia del COVID 19 ayudó a ello de manera drástica. El proceso formativo abarca más de 130 horas lectivas.

Pensado como un curso introductorio en agroecología, el DIAS se centra en ofrecer una mirada integral de esta novel disciplina, construida como un inter-conocimiento basado en el diálogo, como una práctica cotidiana y como un movimiento social. La irrupción de las ciencias sociales en esta emergente y estratégica manera de pensar el mundo de la comida y su lugar en una universidad pública, ayuda a plantear su compleja relación de dimensiones tales como lo político y lo sociocultural en el ámbito de una disciplina cargada casi exclusivamente de un enfoque técnico o agronómico a la escala de la producción y en la parcela. La reflexión sobre la crisis global y civilizatoria, la mirada crítica sobre el papel de lo político y sobre las políticas públicas, los actores políticos que impiden o favorecen las transiciones agroecológicas a diversas escalas y dimensiones, el papel hegemónico del  Régimen Agroalimentario Corporativo (RAC) y sus perversas consecuencias en la salud de las personas, las parcelas y los territorios, han guiado, entre otros temas, este singular esfuerzo pedagógico, distanciándose de su mirada clásica sobre la producción en la parcela a una que revisa el sistema alimentario en su conjunto, desde la parcela hasta el acto político y cultural de comer.

Otro de los principios del DIAS ha sido la reflexión sistemática sobre el contexto biocultural reflejo de la mega diversidad de experiencias, riqueza y procesos coevolutivos, mismos que han sido referentes en nuestras historias alimentarias, animadas por el pluriverso ontológico, epistemológico y práctico de una de las regiones del planeta que, por su singular historia, ofrece una enorme riqueza en su agrodiversidad. Todo esto, debido al milenario diseño de sus agroecosistemas, paisajes y territorios, y en el establecimiento de una amplia y antigua red de intercambios de los bienes producidos por millones de campesinas y campesinos arraigados a sus tradiciones, y costumbres alimentarias, como resultado de sus profundas relaciones interculturales.

Se suma a dicha complejidad el análisis del papel de las mujeres, jóvenes, pueblos indígenas, afroamericanos y campesinos, quienes, entre otros, resisten creativamente como actores políticos emergentes demandando justicia alimentaria y autonomías territoriales, tanto en los ámbitos rurales como urbanos de nuestros países. El principio en que se basa esta mirada es que la agroecología es política o no es agroecología.

El diálogo de saberes constituye el eje central de este curso bajo el argumento de que no habrá justicia social global si no hay justicia cognitiva, como lo señala el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos. Como un prolongado conversatorio, en el DIAS se asume y practica la insoslayable realidad basada en que cada uno de los participantes tiene una experiencia valiosa que ofrecer, en función de su lugar en donde mora y la actividad que realiza, y que toda experiencia es válida para construir horizontes alimentarios alternativos basados en principios agroecológicos; también se asume que toda experiencia es incompleta y está cargada de ignorancias, por lo que el diálogo ayuda a reconocer ambas y superar las incompletudes de nuestras experiencias. Un acto colectivo que suma y que fortalece la esperanza. Una celebración de un-mundo-(agroecológico)-en-donde-quepan-muchos-mundos. Un planeta, diríamos nosotros, nuestra casa común y colectiva.

El modelo pedagógico construido a lo largo de estos 10 años ha sido adaptable, sencillo, siempre mejorable y colectivo; así, el Comité Organizador de esta experiencia pedagógica asume y aprende de sus propias pifias, errores, omisiones y disfruta sus logros. Escucha siempre y busca mejorar su participación crucial a lo largo de los meses en que transcurre cada edición. Especialmente significativo ha sido en las dos últimas ediciones el trabajo de los monitores y monitoras que han acompañado, entre módulo y módulo y a todo lo largo del curso, el trabajo creativo de las y los diplomantes. En este mismo ámbito han contribuido con sus ideas, argumentos y enfoques más de 80 colegas conferencistas y panelistas, quienes hoy son luz que ilumina las transiciones agroecológicas en nuestra región.